El plástico es uno de los mayores enemigos del planeta. Lo contamina, lo ensucia y tarda mucho en eliminarse. Por eso, es muy importante que cada uno de nosotros ponga su granito de arena para cuidarlo. 

Se calcula que cada año se vierten en los océanos 8 millones de toneladas de plástico. En 2025 nuestros océanos tendrán 1 tonelada de plástico por cada 3 de pescado y en 2050 habrá un volumen de plástico en el mar superior al de los peces.

Además de estar presentes en océanos y en la tierra, los microplásticos (partículas de menos de 5 milímetros de diámetro) entran en los seres vivos a través del aire que respiramos y por los alimentos y las bebidas que tomamos. Un estudio reciente, señala que las personas estamos consumiendo alrededor de 2.000 pequeñas piezas de plástico cada semana, aproximadamente 21 gramos al mes, poco más de 250 gramos al año. Esto es el equivalente al peso de una tarjeta de crédito a la semana. El estudio señala que los efectos específicos de la ingestión de microplásicos en la salud humana aún no se conocen con exactitud.

En nuestro día a día podemos cambiar nuestros hábitos para reducir el consumo de plásticos y buscar alternativas, por ello desde Alieco, os compartimos 10 ideas para reducir su consumo:

  1. Evita cualquier producto de un solo uso, que tiene un promedio de vida de 12 a 15 minutos; sin embargo, puede tardar entre 400 y más de 1.000 años en desintegrarse. En cualquier celebración o evento, eliminemos la costumbre de los vasos, cubiertos o pajitas de plástico.
  2. Bolsa de tela: Para hacer la compra, lleva contigo bolsas de tela.  Las hay de todo tipo y forma, hasta las que se pliegan para ser fáciles de llevar.
  3. Destierra las botellas de plástico, cámbialas por una de cristal o acero. Bebe agua del grifo y, si la de tu ciudad es muy dura, instala un filtro u otro sistema de descalcificación. Además, es más sana que cualquier bebida azucarada.
  4. Ni un solo alimento envuelto en plástico: es absolutamente innecesario. ¿Por qué no compras a granel? Elige fruta cuyo envase sea su propia piel, es la mejor forma de conservarla. Utiliza una sandwichera, en lugar de envolver el bocata en film de plástico, y tarros de cristal para restos de comida que has de conservar.
  5. Revisa entre tus productos de higiene y cosméticos. Por un lado, para que no contengan microesferas, que son microplásticos que puedes identificar si contienen estos ingredientes: polietileno (PE), polipropileno (PP), tereftalato de polietileno (PET) o polimetacrilato de metilo (PMMA). Por otro, hay productos que puedes sustituir como el cepillo de dientes, con una vida útil de 3 meses y que permanece unos 500 años sin degradar (300 cepillos de media por persona en su vida, 5 kilos de basura plástica que terminará contaminando el medio ambiente): se pueden sustituir por otros con materiales como madera, bambú y nylon. También los bastoncillos para los oídos existen de bambú. Por último, también puedes volver a las pastillas de jabón, incluido para champú.
  6. Tu ropa también puede contener plástico, apuesta por tejidos naturales y, si puedes, con certificación ecológica con menor impacto ambiental. Evita la ropa low cost porque es la que más tejidos sintéticos utiliza.
  7. En el hogar también puedes intervenir: las pinzas de la ropa, mucho mejor si son de madera. Para fregar los platos sin plásticos tienes desde cepillos de madera (de fibras naturales y compostables) o kit de esponjas de luffa, estropajos de esparto o de cobre.
  8. Reutiliza los envases de plástico que ya tienes en tu hogar. Por ejemplo, reutiliza los tarros de conversa como táper. Tira de imaginación o busca en el infinito mundo de opciones que ofrece internet… ¡hasta puedes crear un huerto vertical a partir de botellas de plástico!
  9. Haz tu pan, tus zumos o tus propios yogures (con una yogurtera es muy sencillo). Todo lo que hagas en casa y te evite usar envases de plástico es un mimo a nuestro planeta. ¡Te sabrán mejor que los elaborados de forma industrial!
  10. Recoge siempre tus plásticos (y basuras) en cualquier entorno al que vayas y trata de recoger los que veas, aunque no sean tuyos. Sobra decir que nunca hay que tirar o dejar plásticos en ningún lugar que no sea los contenedores destinados a ellos. Desde las colillas hasta las latas de refresco debemos recoger la basura que producimos y depositarla en su contenedor.

Si te es imposible reducir más tu consumo de plástico, recuerda reutilizar esos productos en la medida de lo posible y, en último caso, tirarlos al contenedor correspondiente.

¿Qué beneficios tiene reducir el consumo de plástico?

Reducir el consumo de plástico conlleva una serie de beneficios tanto para el medio ambiente como para nuestra salud:

  1. Conservación del medio ambiente: La reducción del consumo de plástico ayuda a proteger los ecosistemas terrestres y acuáticos. El plástico es una fuente importante de contaminación en los océanos y cuerpos de agua, lo cual afecta negativamente a la vida marina y los ecosistemas. Al reducir el consumo de plástico, se disminuye la cantidad de residuos plásticos que llegan a los océanos y se contribuye a preservar la biodiversidad.
  2. Ahorro de recursos naturales: La producción de plástico requiere grandes cantidades de petróleo y gas natural, recursos no renovables. Al reducir el consumo de plástico, se reduce la demanda de estos recursos y se contribuye a la conservación de las reservas de energía no renovable.
  3. Mitigación del cambio climático: La fabricación y el transporte de plástico generan emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático. Al reducir el consumo de plástico, se disminuye la producción y las emisiones asociadas, ayudando a mitigar el calentamiento global.
  4. Mejora de la salud humana: Al reducir el consumo de plástico, se reduce la exposición a productos químicos nocivos presentes en algunos plásticos, como el bisfenol A (BPA) y los ftalatos. Estos compuestos pueden migrar hacia los alimentos y bebidas, y se han relacionado con problemas de salud, como trastornos hormonales, cáncer y enfermedades del sistema reproductivo.
  5. Promoción de alternativas sostenibles: La reducción del consumo de plástico fomenta la búsqueda de alternativas más sostenibles, como materiales biodegradables, reutilizables o reciclables. Esto impulsa la innovación en nuevos materiales y soluciones más amigables con el medio ambiente.
  6. Sensibilización y cambio de comportamiento: La reducción del consumo de plástico promueve la conciencia sobre el impacto ambiental del plástico y fomenta cambios de comportamiento en la sociedad. Esto puede llevar a una mayor adopción de prácticas sostenibles en otros ámbitos de la vida diaria.

Juntos podemos hacer el cambio.

¡Trabajemos juntos por un menor consumo de plástico!