Este texto de Tamara Chubarovsky que te comparto ahora me ha resultado inspirador, y espero que a ti también 😉
Estamos viviendo un momento complicado por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Personalmente opto por no exponerme en exceso a las noticias, porque con saturarme de esas imágenes terribles lo único que logro es sufrir por mi exceso de empatía… y quedarme con sensación de impotencia.
Entonces, en vez de exponerme a las noticias, elijo enfocarme en las acciones que si puedo hacer para activar más que nunca la paz en mi y mi entorno.
Confío en que mantenerme en «buena onda» ayudará a expandir la única fuerza capaz de disolver el miedo, el enfrentamiento y el dolor: el amor.
Puede sonar cursi, pero la energía del amor, como decía Einstein, es la energía más poderosa, porque no tiene límites.
Y está relacionada con empatía, respeto, paciencia, no juicio y, por tanto, con irradiar paz.
Más que nunca, si en el mundo hay lucha, te invito a potenciar al máximo la no lucha, el no enfrentamiento y el no enjuiciamiento en tu vida cotidiana.
Dicho en positivo: te invito a practicar una mirada limpia y renovada hacia los niños, a tener un profundo respeto a su individualidad y una entrega amorosa e incondicional a nuestra labor de madres o educadoras…
… y también una actitud bondadosa y tolerante con el señor de la tienda, el conductor del autobús, nuestra pareja, colegas, …
O puede ser, y ya es hora de que sea, la cuna de la solidaridad, humanidad, empatía y paz.
Tu mirada hacia los niños y tu manera de plantear cada contenido es la que marca la diferencia.
Espero que como a mí, este texto te ayude a enfocarte en lo que SÍ puedes hacer, a lo que SÍ puedes cambiar en tu entorno.
Un gran abrazo!!