En la actualidad, podemos comprar prácticamente cualquier alimento en cualquier época del año. No obstante, no hay nada mejor que poder consumir productos frescos de temporada en cada estación del año. 

Y en la época actual, el otoño, la lista de los alimentos de temporada se renueva casi por completo. 

Estos alimentos nos proporcionan el máximo de sus propiedades en un momento óptimo para su consumo. Es decir, si consumimos productos en la época del año adecuada, nos beneficiamos de todo su esplendor en cuanto a sabor, nutrientes, textura, apariencia y naturalidad se refiere.

Y es que de esta forma estamos tomando alimentos en su ciclo natural, asegurándonos así de que no han sufrido alteraciones para su rápido crecimiento o su conservación prolongada

Alimentos que nos aportan vitalidad, nos nutren y nos preparan para el frío.

En las siguientes imágenes, podéis ver toda la variedad de frutas y verduras, que la naturaleza nos regala este mes, y si no queréis olvidaros de ninguna, os invitamos a descargar las imágenes y ponerlas en vuestra nevera para que las tengáis a mano 😊.

Consejos para una buena alimentación en otoño.

  • Comienza el día con frutas de temporada como la uva o las manzanas en forma cruda y/o en forma de zumos o batidos. Para comenzar a calentarte y aportar más energía por la mañana puedes desayunar también cremas de cereales, mueslis, granolas o porridges y tomar una buena infusión o té caliente como acompañamiento.
  • Come a menudo cereales integrales como base de un plato equilibrado, preferiblemente el mijo y el arroz integral, la quinoa y la pasta integral, te aportarán una buena base energética. Acompañar el cereal de verduras dulces y de raíz te proporciona más calor y apoyará la capacidad de concentración en las tareas diarias. Verduras como la calabaza, el boniato, la zanahoria, los nabos, la chirivía, la coliflor, el brócoli y la remolacha ejercen un efecto calmante y centrador. Por otro lado, el consumo de hojas verdes sigue siendo importante ya que estas verduras nos ayudan a mantener nuestros pulmones limpios.
  • Transforma tu forma de cocinar hacia cocciones más lentas y calentadoras, como puede ser a través de los estofados, las sopas, las cremas y los hervidos con poca agua, te sentirás más centrado para dar nuestros primeros pasos hacía el invierno.
  • Añade setas a tus platos, actúan como alimentos depurativos que aportan ese toque silvestre y ese sabor de bosque a los platos otoñales. Por otro lado, las castañas asadas o cocidas, se pueden incorporar a cremas, estofados, postres y compotas, aportando fibra e hidratos de absorción lenta. Una buena opción es este timbal de setas salteadas.
  • Comienza a tomar sopas calientes de miso con verduras de raíz y algas, sopas de pescado, sopas de legumbres, etc… Incluye cremas otoñales en tu menú habitual, te va a remineralizar, depurar y calentar. Si la tomas en la cena, te va a facilitar un sueño plácido y reparador, además de una digestión más liviana. 
  • Disminuye el consumo de alimentos crudos que se pueden sustituir por vegetales escaldados, macerados y fermentados. Aumenta el uso de condimentos más salados como la sal marina, el tamari, el miso o los pickles de fermentación más larga. Estos alimentos ayudarán a calentar a fondo el cuerpo.
  • Puede que te comience a apetecer más las meriendas dulces, es normal en esta época. Las compotas, las mermeladas naturales de frutas de estación, los boniatos, las calabazas y las frutas deshidratadas proporcionan el dulzor necesario para relajarte por la tarde. Por otro lado, puedes elaborar o comprar amazake, una crema de cereal fermentado, que te saciará de forma muy saludable esta apetencia otoñal por los alimentos dulces.
  • Los alimentos fermentados repletos de enzimas y vitaminas te ofrecen un papel muy importante, a modo de escoba ayudan a movilizar los depósitos de grasa y mucosidad acumulados debido al abuso de alimentos farináceos, lácteos, alimentos dulces, grasos y muy fríos de los que se suele abusar en verano.
  • Los alimentos ligeramente picantes como el jengibre van a ejercer un efecto preventivo, antiséptico y energetizador. Asimismo, las verduras ligeramente picantes como los rábanos, los berros, el cebollino, el puerro y los nabos, rallados o picados, van a ayudar a despejar nuestro pulmones generando movimiento y expectoración.

Esperamos que todos estos pequeños consejos y tips, os ayuden a elaborar unos deliciosos platos, que os hagan entrar en calor consumiendo los productos que la naturaleza nos ofrece.

Y si son ecológicos y biodinámicos, siempre mejor 😉